Patricia Peyró @kontrolparental
Las redes sociales han cambiado para siempre la forma en que nos relacionamos. Sobre todo entre los jóvenes, que son nativos digitales y para ellos socializar puede hacerse tanto en persona como on-line. Por ello los padres debemos estar al día de lo que ven y hacen online. Entre estas, las más utilizadas por los jóvenes son Tuenti, Facebook, Twitter y Google+, que suelen tener un acceso a partir de los 14 años.
Recomendaciones de uso de redes sociales
Los jóvenes están enganchados y pasan hasta cinco horas frente a ordenadores o dispositivos. Por ello conviene transmitirles las normas básicas de funcionamiento en internet y los códigos éticos.
Entre las amenazas más habituales se encuentra:
-Contenidos inapropiados de libre acceso publicados por otros usuarios o a través de la publicidad.
-Aportación de datos personales, como nombre, ciudad o incluso número de teléfono.
-Pérdida del anonimato: En cuanto se cuelga una foto, ya no sabemos lo que podría pasar si una persona malintencionada se hiciera con ella.
-Ciberbullying o acoso al menor por parte de sus compañeros haciendo uso de los distintos dispositivos.
-Grooming o acecho adulto con fines de engañar y engatusar al menor falseando una identidad.
-Sexting o intercambio de material con contenido sexual que podría utilizarse posteriormente con otros fines.
Por Patricia Peyró @kontrolparental
Internet está dejando de ser el fenómeno nuevo que ha sido hasta hace poco, para convertirse en esa herramienta de presencia imprescindible en nuestras vidas. Repartida a razón de un «fifty-fify» en lo personal y en lo profesional, su significado no es el mismo para niños y jóvenes que para los que somos adultos: la diferencia está en que los adolescentes han nacido en la era de internet, mientras que sus padres lo hemos tenido que aprender después.
Lo mismo sucede con las redes sociales, que ya no son nuevas, sino jóvenes. Al menos algunas de ellas, como Facebook, nacida en el año 2004 para uso interno de unos estudiantes de Harvard, pero pronto generalizado a cualquiera con una cuenta de correo electrónico. A España llegó en el año 2007, como al resto de Europa, tras propagarse su uso como la pólvora entre los universitarios americanos.
Una de las razones por las que fascinó Facebook y pronto convirtió en millonario al joven Zuckerberg fue el servir de instrumento para reencontrarse con viejas amistades de la infancia, formándose un nuevo mundo social pero virtual en el que tenían cabida tanto amigos como conocidos. Pasado el fenómeno y la emoción, Facebook ha ido tomando un cariz comercial e instrumental cuyos fines monetarios disgustan y aburren a lo que empieza a ser una mayoría adulta, y que directamente no son opción para los niños y adolescentes.
La relación de Facebook con los niños
Niños y adolescentes han recurrido hasta ahora, por imitación parental, a Facebook como instrumento de socialización on-line. Sin embargo, en ellos no ha encajado esta red igual que para su generación predecesora, tal y como ha demostrado el estudio llevado a cabo por el departamento de investigación del banco americano Piper Jaffray, que muestra cómo los adolescentes han cambiado sus patrones de consumo: los mismos jóvenes entrevistados hace seis meses que utilizaban Facebook en un 72%, han pasado a ser un 45%. Datos que contrastan con el aumento proporcional y «traspaso» de usuarios juveniles a Instagram, la favorita del 76% de los adolescentes. Además, se determina definitivamente que el acceso a internet es mediante smartphone y no tanto a través del ordenador.
¿Por qué no les gusta Facebook?
Es una red social «de padres», en la que van a encontrarse con ellos, siendo ésto incompatible con la propia adolescencia, en la que se forja el carácter con amigos y se hacen esas «travesuras» en las que uno no espera tener testigos adultos, y mucho menos sus propios padres.
Por Patricia Peyró @kontrolparental
Las redes sociales e internet se han introducido tanto en nuestras vidas que el niño de hoy ha dejado de dar la dirección de su casa para invitar al amiguito, a cambio de intecambiar sus números de móvil para mandarse whatsapps, tweets, y para socializar vía Facebook.
El uso de twitter por niños es controvertido, y tanto los partidarios de su uso infantil como los detractores tienen parte de razón:
– En general, la actitud crítica hacia twitter se basa en poner ciertas restricciones en su uso, que vienen a ser las mismas que para el empleo de internet en general: controlar el acceso a contenidos inadecuados, limitar el tiempo que pasan, y vigilar las relaciones sociales que entablan por esta vía.
– Otro de los argumentos esgrimidos es que la conversación en Twitter es adulta, incluso cuando los niños usuarios estén interactuando acerca de temáticas supuestamente inofensivas, ya que el cariz de las conversaciones puede cambiar o desviarse hacia temas y contenidos inapropiados para su edad, para los que carecerán de madurez y criterio para responder o reaccionar.
La corriente “pro-tecnológica” o “pro-twitter” defiende su uso como un recurso tecnológico más contra el que no se puede luchar, alegando además que se debe integrar dentro de la educación de las nuevas generaciones: estos niños han nacido con una tecnología que enriquecerá su aprendizaje con actitudes nuevas como la aplicación de la identidad y la responsabilidad digital.
¡El debate está servido!