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Es posible identificar el acoso escolar en tu hijo prestando atención a las señales
Patricia Peyró @kontrolparental
El bullying constituye una de las amenazas más peligrosas de la infancia: ésa que materializa la famosa frase de “los niños son crueles”. Con independencia de que eso sea o no sea cierto, es importante generar mecanismos tanto de prevención, como de actuación cuando éste tiene lugar. Y para ello, lo primero es aprender a identificarlo. ¿Crees que podrías identificar el acoso escolar en tu hijo?
En este punto ya todos hemos oído hablar el bullying, del acoso escolar y del ciberbullying, que es cuando éste se manifiesta a través de internet, vía móvil, chat o redes sociales. Sin embargo, cuando la teoría de lo que hemos escuchado y leído se vuelve “práctica” o real, y como padres nos olemos que acoso asoma por la puerta, lo mejor es confrontar los hechos cuanto antes.
No dejes de verificar cualquier sospecha que tengas sobre algún tipo de acoso escolar
Estas son las fórmulas con las que podrás identificar el acoso escolar en tu hijo:
-Usa el diálogo y comunícate con él
La comunicación es clave para identificar el bullying. Habla con él todos los días para conocer quiénes son sus amigos. Podrás obtener mucha información con preguntas tan sencillas como “¿qué tal te ha ido el día”, “¿con quién has jugado hoy?”, “¿a qué habéis jugado?”, “¿qué tal con tu amiguito Pablo?”, serán fundamentales para generar una conversación de la extraer información con la que descartar una posible problemática.
-Obsérvalo en el día a día
Atento ante sus cambios de humor: pregúntale para ver si le pasa algo. Se puede comenzar abordando la temática escolar para ver si es un tema de dificultad académica que le está generando malestar. Una vez descartada, hay que aproximarse a los aspectos relacionales del niño. “¿Estás enfadado conmigo?”, “¿has tenido una discusión con algún amiguito?”, “¿te has peleado?” El grado de abordaje dependerá del niño, pero lo mejor es ir poco a poco hasta que él mismo lo vaya “soltando” todo.
Habla con tu hijo de todo un poco y todos los días. Así te hablará sobre las relaciones que mantiene en el colegio con los niños de su edad de cara a prevenir cualquier anomalía.
-Escúchate a ti mismo también como padre
Haz caso a tu intuición, y si notas algo, no lo obvies: en educación es fundamental asumir riesgos a través de un diálogo con el que sensibilizar sobre temas delicados como el acoso, de forma ordenada, pero sin miedo. Manejarse en sociedad con soltura requiere de un aprendizaje en las dificultades: del mismo modo que para aprender a bajar las cuestas con la bici necesitará tener seguridad en sí mismo, en lugar de percibir inseguridad de su progenitor.
Un entorno que favorezca la comunicación de emociones ayudará a que el niño exprese sus problemas, miedos e inquietudes
-Ayúdale a expresar sus emociones
Si percibe burlas en su entorno, si otros niños se meten con él, entonces debe ponerse él mismo sobreaviso, aprendiendo a identificar sus propias emociones negativas, pero también a controlarlas, con el fin de autogestionar su propio comportamiento, ya sea en el plano real o en el virtual. Por ejemplo, si el niño percibe rechazo, es bueno que lo pueda verbalizar contigo para poderlo consolar, en primer lugar, y para explicarle cómo puede reaccionar de forma que no refuerce el círculo del acoso.
-Dale seguridad para hablar, sin atosigarlo
Mantén un diálogo que le dé seguridad, sin maximizar su problema, para no generarle ansiedad y preocupación adicional, pero sin minimizar, porque restarle importancia hará que se sienta avergonzado o débil. Evitar el tema por tu parte o contestar con evasivas hará que el niño entienda el tema como un asunto incómodo del que es mejor no hablar porque le genera rechazo a sus padres.
Ante signos de acoso escolar o ciberacoso, es muy importante que no reacciones con dramatismo y exageraciones para no transmitirle tu ansiedad
El colegio debe responder y por ello puedes exigir que apliquen alguna prueba de evaluación del acoso escolar, como BuddyTool, de Ediciones TEA, que se aplica grupalmente en el aula informática y refleja el sociograma de la clase destapando los casos de bullying.
-Acude al colegio de inmediato
Ante la sospecha, acude a hablar con el tutor de tu hijo en la escuela y expón el tema con claridad y sin mostrarte incómodo o dubitativo: en la medida en que en el colegio vean que es un tema que te preocupa pero que quieres afrontar de forma eficaz y cuanto antes, y que no vas a “dejarlo pasar” con una palmadita en la espalda, te tomarán más en serio y podrás conseguir un compromiso de vigilancia mayor sobre tu hijo, así como una mayor protección.
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La organización con sede en Bilbao APS, dedicada al desarrollo y difusión de los conocimientos científicos relacionados con la Salud y la Enfermedad Mental convoca, para el mes que viene, un simposio sobre el acoso escolar y el modo en que evoluciona desde la escuela al trabajo.
Patricia Peyró @kontrolparental
Muchos son los factores que intervienen en el mal del acoso escolar o bullying. Por desgracia, nuestros hijos conviven con él, pero también nosotros, gracias a la labor de comunicación de los medios y a todas las entidades encomendadas a erradicar este lastre social. El acoso escolar es noticia todos los días por suponer un terrible impacto en la vida del niño a nivel tanto emocional como psíquico y físico. De hecho, constituye una de las primeras causas de suicidio infantil o juvenil. Y es que, lamentablemente para todos, el acoso escolar cada año se cobra vidas.
Un simposio sobre la conducta humana del acoso en sus distintas versiones
La Universidad de Deusto acogerá el próximo 8 de junio el II Simposio sobre el acoso. Partiendo del acoso escolar como base, en este simposio se analizarán todos los pormenores implicados en un problema que, naciendo a partir de la violencia en las aulas, evoluciona hacia diferentes entramados e incluso persevera en la edad adulta. Así lo consideran desde esta asociación, desde donde aproximan la “conducta de acoso” en función del entorno en el que se produzca, y no estrictamente en el entorno escolar:
-Cuando se da en el contexto escolar y afecta a la población infanto-juvenil se definirá como bullying o acoso escolar.
-Cuando el acoso se produce en el ámbito profesional estaremos hablando de mobbing.
-En función del acoso por condición de género, se hablará generalmente de acoso sexual.
Siendo tan amplio el abanico de conductas de acoso, tanto en acosadores como en víctimas, su confrontación exige igualmente una visión amplificada y diferentes acciones por parte de las instituciones que, cada día, unen esfuerzos para terminar con cualquier situación social de acoso. Esta complejidad será recogida también en el simposio, que contará con la intervención de expertos médicos, psiquiatras y psicólogos sobre las diferentes temáticas.
La edad escolar es un momento clave en el desarrollo de la persona, para bien y para mal
Mesa redonda sobre el acoso escolar
Figuras de autoridad como el psicólogo y fundador de AEPAE (Asociación Española para la prevención del Acoso Escolar) , Miguel del Nogal, abordarán la temática del bullying bajo la idea de la enorme importancia que tiene el modo en que aprendemos a relacionarnos en edad escolar. Así lo expresan ellos mismos: “El momento más importante en la formación de la persona es el periodo infanto-juvenil, en él se suceden etapas en las que se va configurando la autoimagen, la seguridad en sí mismo, los estilos relacionales, el sentido ético y moral y las escalas de valores. Es el momento en el que se gestan los sentimientos de grupo y sociedad”. Cuando las relaciones normales se ven enturbiadas por la violencia, “se impone la necesidad de intervenir con decisión, para evitar que se instalen como adecuadas conductas desarrolladas tanto por la parte acosadora, como por parte de la víctima”.
El niño que padece bullying verá seriamente dañada su autoestima y la imagen que tiene de sí mismo.
La mesa redonda sobre el acoso escolar tendrá lugar entre las 12:00h y las 13:00h. Puedes descargar el programa completo aquí.
Más información sobre el simposio e inscripciones, aquí.
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Por Patricia Peyró
El acoso entre entre iguales, o entre pares, como se conoce en psicología a los individuos de la misma edad y condición, ha existido siempre. Casi todos hemos sido en algún momento víctimas de nuestros compañeros por haber llevado gafas, tener unos kilos de más o vestir diferente. Quizá incluso hayamos sido «acosadores» nosotros mismos, tomándola con alguien durante un tiempo, o simplemente siendo los testigos permisivos que ríen la broma cruel de otro compañero.
La expresión «los niños son muy crueles» nos da alguna explicación al fenómeno: los niños tienen una manifiesta falta de madurez les impide empatizar lo suficiente con los demás, y por ello suelen aprovechar los «defectos» de sus compañeros, sean reales o imaginarios, para ridiculizarlos y así convertirse en protagonistas, o sentirse mejor y más fuertes a los ojos de los demás.
QUÉ NO ES EL CIBERBULLING:
No llamamos ciberbullying a otras formas de acoso entre dos personas no iguales: por ejemplo entre quien se hace pasar por un adolescente para engañar a un niño o un joven con malas intenciones. En el ciberbullying, la víctima y el ciberacosador se conocen personalmente, por lo menos al inicio de la «campaña de acoso», puesto que en el desarrollo de esta modalidad, el «ciberacosador» puede terminar siendo varias personas.
CONSECUENCIAS DEVASTADORAS PARA EL MENOR
Las palabras que se dirigen con malas intenciones pueden hacer un enorme daño a los niños y adolescentes que todavía no tienen recursos para enfrentarlo por su falta de madurez, ni tampoco saben discriminar entre la gravedad de unas palabras que, inicialmente, pueden tratarse de una broma.
Por otro lado está el agravante de la difusión vírica: Sólo hay que imaginar cómo esa broma cruel, ese montaje para ridiculizar, o esa fotografía sacada de contexto puede reproducirse sin límite y con una difusión inmediata entre un sinfín de receptores usuarios de whatsupp, chats, twitter, tuenti…
Muchos niños y jóvenes que ahora son adultos consiguieron sobrevivir del acoso tradicional, pero no lo hubieran hecho hoy en día con el alcance masivo que puede alcanzar gracias a las nuevas tecnologías y a internet. Recordemos los casos de adolescentes acosados en internet por sus propios compañeros, como la tristemente famosa Amanda Todd, empujados al suicido por ser incapaces de superarlo.
LA PREVENCIÓN ES RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES Y EDUCADORES
El papel de los padres para prevenirlo es fundamental, ejerciendo una tutela responsable sobre cómo utilizan sus hijos las nuevas tecnologías. También es vital el papel de los docentes y educadores, pues es precisamente a partir del ámbito escolar donde se señalan las víctimas y se inician las campañas, debiendo el profesorado detectar la aparición de estas conductas e informar sobre las graves consecuencias de este acoso a los padres.