Patricia Peyró @kontrolparental
La entrada de los teléfonos inteligentes en las casas exige que en los hogares se implanten una serie de normas de uso que permitan la sana convivencia entre los miembros de la familia y sus dispositivos. ¿En qué familia no hay algún miembro enganchado que no hace ni caso a nadie, y que está todo el día encima del móvil?
Los smartphones y demás juguetes tecnológicos aportan novedades cada vez más atractivas y consumen un tiempo precioso que se le resta a otras actividades o personas. En poner límites está la diferencia entre ser usuarios que se benefician de las prestaciones de las nuevas tecnologías o ser víctimas de los avances tecnológicos al caer en la trampa del uso abusivo, que en niños se traduce en un detrimento de las relaciones sociales reales e incluso del propio rendimiento académico.
Riesgos del móvil para niños
-Falta de interés en lo que ocurre dentro de su propio entorno familiar y social, generándose una mala comunicación entre padres e hijos, con el consiguiente malestar para todos.
-Descuido en las obligaciones y rutinas: el niño tiende a distraerse y a dejar de lado sus deberes y las tareas domésticas que le encomiendan en casa, como ordenar su habitación o cualquier otra actividad.
-Falta de descanso: la obsesión por estar enchufado al dispositivo hará que nuestro hijo esté nervioso y obsesionado con volver a conectarse en todo momento, afectando incluso al sueño.
-Peligro potencial asociado al uso de internet, como pueda ser el acceso a contenidos para adultos o la propia sobreexposición a través de imágenes inadecuadas.
Trucos para hablar con tus hijos
-Practica con el ejemplo y trata de no estar pendiente del móvil en los momentos en que estés con tus pequeños.
-Hay que pensar siempre en términos de negociación, sabiendo que habrá que ceder por las dos partes.
-Evita entablar una conversación de interés constructivo cuando él (o tú) estéis enfadados.
-Procura evitar los castigos como la prohibición, y si lo haces, que sea siempre explicado, asegurando que el menor hace las atribuciones causales que se espera conseguir con el castigo.
-En vez de castigar, premia las conductas positivas.
-No pretendas que tus hijos dejen de hacer algo a cambio de nada: busca alternativas, a ser posible incompatibles con el uso del móvil.