Patricia Peyró @kontrolparental
A estas alturas es posible que ya hayáis oído hablar de los métodos educativos de Finlandia. Este país escandinavo, además de estar en las posiciones más altas del ranking PISA en resultados académicos, ha popularizado un método para confrontar el peor mal de los colegios: el bullying o acoso escolar.
Finlandia, un país libre de bullying
En finlandés, la palabra KIVA se corresponde con las siglas de Kiusaamista Vastaan, que en español se traduciría a algo así como “contra el bullying”. Es una metodología de la que se habla en todo el mundo por haber tenido grandes resultados en todos colegios en los que se ha implementado, y han sido muchos: hasta el 90 por ciento de los colegios finlandeses lo practican, puesto que KIVA ha sido el resultado de una investigación financiada por el gobierno en la Universidad de Turku.
El método KIVA se aplica en el 90% de los colegios en Finlandia
Principios del método KIVA
– La primera directriz del programa es inculcar la idea de que el acoso escolar es un tema público y común a todos los alumnos, en lugar de un asunto privado entre el acosador y la víctima. Con esta premisa tan sencilla se consigue que los niños adquieran conciencia de gravedad y también la responsabilidad de denunciar cualquier indicio que hayan presenciado de bullying.
-De nada serviría denunciar si no hay un respaldo posterior. Y por este motivo se dota a los alumnos, a los profesores y a los padres de herramientas para llevar esta filosofía también a su hogar. El resultado es que todos cambian su percepción acerca del bullying, que se convierte en algo negativo: el acosador ya no es ese “héroe” divertido e ingenioso cuando insulta o se ceba con otro niño, sino que se convierte en alguien con una actitud repudiable y que despierta el rechazo de todos los demás, incluyendo el del profesorado y la dirección del colegio.
El acoso concierne a toda la clase, según la metodología KIVA
–Los alumnos reciben instrucciones de denunciar el acoso si lo padecen o si lo atestiguan, y se asignan figuras para animar o consolar a los niños hostigados por bullying.
El programa se estructura por edades y cuenta con su propio material didáctico para acabar con el bullying
Terminar con el bullying: una auténtica necesidad social
El acoso escolar, ya sea evidente y público, o ya acaezca de forma indirecta o menos visible, tiene como resultado un daño en las relaciones sociales de la víctima que lo llevan a sentirse aislado y solo, pudiendo este hecho derivar en resultados irreversibles en términos de autoestima y estado de ánimo. El suicidio es uno de los riesgos más graves del acoso escolar.
En España todavía falta mucho por hacer hasta darle la vuelta a la tortilla y convertir al “matón” en una figura desprestigiada. Conseguirlo pasará por inculcar buenos programas preventivos en los que se detecte el bullying, e inculcar esa cultura de repulsa social en todo el ámbito escolar y familiar.