Patricia Peyró
A la hora de analizar el bullying o acoso escolar no podemos quedarnos en casa: se trata de un problema internacional y que afecta a la gran mayoría de países. La encuesta realizada en Reino Unido por Ditch the label extrae las últimas conclusiones acerca de un problema que ya se considera universal.
Con presencia en varios países, la ONG acaba de sacar, por quinto año consecutivo, los resultados sobre una encuesta anual de bullying realizada a más de 10.000 niños entre 12 y 20 años. Este año, presta especial atención al papel de la tecnología, analizando su reflejo en el ciberbullying y en el acoso perpetrado on-line.
Estas son algunas de las conclusiones reflejadas por su fundador para la encuesta 2017:
– Uno de cada dos niños ha padecido bullying en su vida, y uno de cada diez lo ha padecido a lo largo de la semana pasada.
-El impacto psicológico del acoso no se hace esperar y el 36 por ciento de los niños acosados sienten depresión, mientras que uno de cada cuatro se autolesiona como consecuencia.
– Los jóvenes con alguna discapacidad de aprendizaje o física son más vulnerables a padecer bullying.
-Los niños europeos y de raza blanca se muestran más propensos a padecer acoso escolar.
Respecto a los niños bully o acosadores, la ONG reporta lo siguiente:
-Existe una relación entre el estrés y las conductas de acoso: Los jóvenes en situaciones estresantes y traumáticas son más proclives a intimidar a sus compañeros.
-Los niños varones son dos veces más propensos a perpetrar bullying que las niñas.
Combatir el ciberbullying es el mayor de los retos actuales, en la medida en que define el ritmo del bullying y afecta a la identidad, a la personalidad y pensamiento del niño.
Los niños tienen muy presente la existencia del ciberbullying y muchos de ellos se sienten inseguros on-line
El efecto de las TIC en niños y jóvenes
El uso continuado de las relaciones en el medio digital produce, con frecuencia, confusión entre los jóvenes a la hora de diferenciar el mundo real del virtual. E incluso de discernir entre la adecuación de sus comportamientos, cuya responsabilidad minimizan en el entorno digital. “El concepto del bien y el mal on-line no sigue los mismos estándares que en la vida off-line”, explica Hackett. De hecho, “los jóvenes establecen una gran desconexión entre lo que pasa on-line y la realidad, y el 44 por ciento de los encuestados cree que lo que sucede vía internet no se puede considerar como parte de la vida real”.
Internet es una fuente de acoso pero también un recurso cada vez más utilizado por los jóvenes para pedir ayuda.
Puedes consultar la Encuesta Anual Ditch the Label 2017 aquí.
¿Te ha gustado este artículo? Si es así, por favor, ayúdanos a compartir.