El documental de Piluca Baquero aborda el drama del acoso escolar
Sethler pone música a “El silencio roto” con su canción “No tengas miedo”
@kontrolparental
Contado en primera persona, la productora Piluca Baquero se lanza por primera vez a la dirección de una película con un trasfondo de denuncia social. Con “El silencio roto”, la cineasta y productora de cintas como ‘Ojalá, Val del Omar’, ‘Las huellas borradas’ y ‘En la puta calle’, pretende romper una lanza a favor de las víctimas del acoso escolar, aquejadas por una incomprensión que comienza en ellos mismos y que fomenta el halo de hermetismo entorno a la grave enfermedad social que tiene lugar en las aulas.
El documental, realizado con la ayuda de varios niños y madres, pone voz a una producción dramática presentada en estos días en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI), dentro de la sección documental. El festival, que ya va por su 62 edición, da cita a distintos creadores y caras conocidas de las artes audiovisuales, y es además un lugar donde expresar algunos problemas bajo el denominador común de la denuncia social. Este año, concretamente, y al margen de la propuesta de Piluca Baquero sobre el bullying, la organización presentará a debate el tema de la igualdad de género, más actual que nunca dentro del panorama del cine americano y tras descubrirse los abusos del conocido productor de Hollywood Weinstein a más de cien mujeres.
Sinopsis
María tiene seis años, acaba de llegar a un nuevo colegio, pero algunos de sus compañeros han decidido amargarle la llegada. Le han puesto un mote y no la dejan en paz. Victoria tiene catorce años, pasó demasiado tiempo sufriendo todo tipo de vejaciones en su centro escolar, el resultado fue que padeció durante años un cuadro de estrés postraumático. Mario tiene ocho años, en el cole le llamaban gordo, tres niños de su clase le pegaban a diario. Perdió por completo su autoestima y comenzó a tartamudear. Emma tiene diez años, el protocolo de acoso escolar la convirtió en la niña señalada de su escuela, se quedó sin amigos.
Según ha comentado la propia Baquero, antes de lanzarse a dirigir este proyecto, producido por Azotea Film, se documentó muy bien, dándose cuenta de la falta de información a los propios escolares, y a la vez, de lo delicado del tema por implicar el riesgo de estigmatización a los niños acosados y que se decidieran a hablar. Para reducir las repercusiones negativas y el propio miedo de los pequeños, optó por el género de animación recurriendo a las ilustraciones de Javier de Juan. El resultado ha dado lugar a una cinta con un gran sentido estético, además de la profundidad psicológica manifestada por los testimonios de las víctimas y que, sin duda, ayudarán a sensibilizar un poco más sobre el problema del bullying.
Puedes consultar otras películas sobre acoso escolar en nuestro especial Mejores películas sobre bullying.
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