Los niños comienzan a familiarizarse con los teclados del mundo digital a partir de los dos años, al formar parte de su entorno. El efecto llamada es por duplicado: por un lado, son objetos de uso cotidiano de sus propios padres, y por imitación, tenderán a querer cogerlos. Por otro, se sabe que parte del aprendizaje se hace «tocando» el objeto, que, en este caso, además, responde táctilmente y es interactivo, proporcionando una estimulación aún mayor al niño.
Los padres deben tener presente que sus hijos van a intentar acceder a sus móviles y que, casi con toda seguridad lo van a conseguir en alguna ocasión sin los ojos del adulto vigilando no sólo la integridad del propio móvil, que es frágil y se puede romper, sino cuidando también de que no pase nada en el interior del teléfono. Por ejemplo: borrado de contenido, instalación de aplicaciones, envío de mensajes, realización de llamadas, visitando de imágenes no apropiadas para un menor, etc.
Cómo activar el control parental
1. Ir a acctivar las restricciones accediendo a Ajustes
2. Cuando se accede a las restricciones te piden un código de activación. Este normalmente coincide con el pin de desbloqueo aunque no tendría por qué y , de hecho, es mejor que no sean iguales, ya que los niños suelen conocer este número.
3. Elegir las restricciones que se quieran hacer permitiendo o deshabilitando esos programas o utilidades. Por ejemplo, es interesante limitarel uso de Safari, la instalación de Appps o su borrado (que en niños puede ser accidental), las compras y, por supuesto, el tipo de películas o juegos a los que pueden acceder en función de la edad que tengan. Además es posible restringir manualmente el acceso a determinadas web, activadas por defecto, como la de YouTube.