Patricia Peyró @kontrolparental

Con el nacimiento de internet ha surgido un buen problema para los padres: desde la tranquilidad del hogar, y pensando que nuestros hijos están a salvo dentro de su habitación, lo cierto es que podrían estar expuestos a amenazas o a relaciones potencialmente comprometidas. Para evitarlas y para generar los mecanismos de reacción apropiados en los propios niños en caso de producirse un caso de sextorsión, Europol ha lanzado la campaña ¡Dí no! junto a los cuerpos de seguridad de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Los padres tendemos a despreocuparnos cuando sabemos que los niños están en casa y se encuentran tranquilos en el entorno doméstico: unas veces están viendo la tele, otras jugando con sus juguetes, otras muchas usando internet o dispositivos como la tablet o el Smartphone… Pero, ¿sabemos realmente lo que están haciendo nuestros hijos? Una de las nuevas amenazas de internet se encuentran en la extorsión sexual y el sexting, nuevas formas de chantaje a niños y adolescentes sin la suficiente madurez como para gestionarlo bien y a tiempo.

Los padres no podemos despreocuparnos cuando los niños están metidos en su habitación usando internet, ya que la red está llena de depredadores a la caza de víctimas inocentes

Así funciona la sextorsión

El modus operandi suele ser siempre el mismo: una persona malintencionada contacta con un joven, se gana su confianza, y a continuación le pide imágenes comprometidas de carácter sexual. Las víctimas suelen ser niñas más que niños, y los agresores a menudo son adultos incurriendo en la práctica del grooming. Aunque, a la hora de engañar y pedir fotos y vídeos sexuales, los propios adolescentes pueden hacérselo entre sí, estando sus intenciones más vinculadas a la práctica del ciberbullying mediente la divulgación de las fotos en el entorno escolar.
¡Dí no! Una campaña para prevenir y actuar

La campaña de concienciación social y familiar es, por un lado, informativa:  Ilustra las fórmulas empleadas por los ciberdelincuentes para hacer contacto con los jóvenes. Fundamentalmente lo harán mediante chats de mensajería instantánea y redes sociales. Con esta información los jóvenes serán capaces de identificar a los agresores. Por otro lado, les ofrece las pautas de cómo poner fin a una relación potencialmente peligrosa.

El vídeo lanza un mensaje muy claro directamente dirigido a los adolescentes: «Estas historias son reales. Hay criminales que quieren obtener material sexual o dinero de ti. Tu vida está online. Protégela».

En este sentido, la campaña es muy acertada: es importante que el mensaje sea dirigido a los jóvenes dado que, en última instancia, serán ellos los que se enfrenten a una situación similar, y lo harán estando solos. Por más que los padres sepamos que les puede pasar y les advirtamos, serán ellos los que deban tener las herramientas y el conocimiento para hacerlo parar. El que no llegue a más va a depender de ellos. Por ello hay que ayudarles a que tomen la decisión adecuada, llegado el momento.

La campaña ¡Dí no!, con una versión en español, está compuesta de material audiovisual y de otro material gráfico en forma de cómics.

¿Cómo actuar si se conoce un caso?
En caso de suceder, lo mejor es denunciarlo ante los departamentos especializados de los cuerpos de seguridad del estado. Tanto niños como adultos podrán contactar con la Policía Nacional y con la Guardia Civil.

Puedes descargarte recursos en español sobre la campaña a través de Internet Segura For Kids (is4k ) aquí

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Patricia Peyró @kontrolparental

Sacarle información a un niño puede ser una tarea difícil. En primer lugar, tiene que “estar de humor” para contestar; pero además, tiene que prestarnos atención, comprender la pregunta, y quererlo hacer. ¿Qué podemos hacer los padres cuando no conseguimos sacarles prenda?

Existen algunos trucos sencillos para facilitar una conversación con nuestros hijos plagada de información interesante acerca de internet y de sus conocimientos sobre el entorno digital, además de su actividad en las redes sociales.

El arte de preguntar

Una de las primeras consignas que nos dan a los psicólogos antes de ejercer nuestra profesión con niños es a no hacer preguntas que puedan responderse con monosílabos. Esto es así y se puede comprender con un ejemplo. Si les preguntas “de qué color era”, te podrán decir que “creen que rojo, pero no se fijaron bien o que estaba combinado con verde”, y ahí tú sigues preguntando y comienza un diálogo que podrá contener gran cantidad de matices. Si les preguntas “era de color rojo” te dirán “sí” o “no”. Fin de la conversación.

Con las nuevas tecnologías sucede lo mismo. No basta con preguntar de la forma rápida y cómoda, sino que nos interesa mantener su seguridad, para lo cual buscamos respuestas: saber qué es lo que sabe y, sobre todo, qué es lo que hace.

A un niño adolescente no se le aborda igual que a un niño de 6 u 8 años.

A un niño adolescente no se le aborda igual que a un niño de 6 u 8 años.

Los consejos a seguir y las preguntas que debes hacer:

Antes de preguntar, entérate tú
Aunque todos a menudo sentimos que nuestros hijos nos superan, será importante que sepas algo del tema: eso supondrá que tendrás que aprender tú primero, especialmente si pretendes enseñar después.

Dirígete a él en función de su edad
En edades tempranas, hasta los 8 años aproximadamente, nuestro papel será acompañarle en los primeros pasos y guiarlos en la creación de sus primeras “operaciones” en internet, fundamentalmente las sociales y documentales. Nuestras preguntas habrán de centrarse en sus gustos y preferencias, que estarán más centradas en el visionado de vídeos o en el uso de alguna App que incorpore algún juego. Algunas preguntas podrían ser: “¿Qué es lo que más te gusta hacer en el ipad?”, “¿Por qué siempre juegas con X App”?

A partir de los 9 años y comprendiendo todo el periodo preadolescente, los niños ya se mueven como pez en el agua en el entorno digital, y les haremos preguntas en torno a lo que hacen ellos pero también sus amigos, para indagar las tendencias propias de su edad: “¿qué es lo que más y lo que menos te llama la atención de internet y la tecnología”, “¿qué es lo que os gusta usar ahora a todos los niños de tu clase”?, “¿qué estáis aprendiendo en el colegio”?, “¿para qué usáis el móvil?”

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De 15 años en adelante entramos en pleno apogeo adolescente, momento en que empiezan a interesarse por el sexo y por las redes sociales de una forma más activa. A esta edad dominarán el entorno digital, y precisamente porque se verán seguros, habrá que vigilarlos aún más. Haremos preguntas que nos den información preventiva sobre el bullying o el grooming, y sobre otros hábitos como es la realización de compras on-line. “¿Qué amigos tienes en tus redes sociales?”, “¿alguna vez te ha pedido amistad alguien que no conoces?”, “¿cuál es tu red social favorita?”, “¿alguna vez has dejado tus datos personales en algún sitio?”

Podrás encontrar un listado muy bueno y completo de preguntas concretas en la revista Iwomanish haciendo click aquí.

¿Quieres darte a conocer?  Si tienes una App o sitio web relacionada con el control parental, con las TIC y la educación vía internet, smartphones y tablets, contacta con nosotros aquí.

 

Familia digital

Nuestros hijos forman parte de una «familia digital» Vigilémosles también dentro del hogar

Por Patricia Peyró @kontrolparental

Los padres de ahora estamos de acuerdo en que, cuando éramos pequeños, gozábamos de una mayor libertad para entrar y salir de casa: salíamos solos a la calle y pasábamos las tardes jugando con nuestros amiguitos en el vecindario sin una supervisión directa del adulto.

Hoy en día esto es impensable, y jamás dejaríamos a nuestros hijos salir solos, salvo que fuera dentro del recinto cerrado de nuestra propia urbanización y, aún así, manteniendo “ojo avizor” en todo momento.

¿Por qué este temor? ¿Acaso antes no pasaban cosas? ¿Nuestros padres se preocupaban menos? Posiblemente pasaran igual antes que ahora, pero con la diferencia de que no existía internet, ni la comunicación acerca de sucesos trágicos era tan fluida y accesible como ahora.

El acceso y la sobreexposición a la información acerca de secuestros y abusos al menor nos hace tener miedo y aumentar la precaución del entorno en que se encuentran nuestros hijos en todo momento.

Sin embargo, los padres tendemos a despreocuparnos cuando sabemos que los niños están en casa y se encuentran tranquilos en el entorno doméstico: unas veces están viendo la tele, otras jugando con sus juguetes, otras muchas usando internet o dispositivos como la tablet o el Smartphone… Pero, ¿sabemos realmente lo que están haciendo nuestros hijos?

Lamentablemente tampoco podemos despreocuparnos cuando los pequeños están sin hacer ruido y metidos en su habitación usando internet, ya que la red es una fuente importante de amenazas para el menor que tendemos a minimizar, a veces por desconocimiento.

Los niños aprenden tecnología desde los dos años

Los pequeños han nacido con la tecnología y en poco tiempo nos darán cien vueltas en el uso de internet y sus dispositivos asociados, pero nuestro desconocimiento no nos exime de la responsabilidad de vigilar lo que estén haciendo, ya que podrían estar expuestos a amenazas o relaciones potencialmente comprometidas. Por otro lado: ¿Y si tenemos a un pequeño hacker en el hogar?

¿Cuánto tiempo pasan enganchados a sus dispositivos?

Controla y limita el uso de internet y dispositivos que hacen tus hijos para prevenir problemas posteriores

Prevenir los problemas es verlos venir y poner medios para impedir su aparición. Los mejores aliados serán aquellos que favorezcan el control sin prohibición:

Control de tiempos y utilización: determinar cuándo se puede y durante cuánto tiempo se permite. ¿Media hora después de merendar? ¿Después de hacer los deberes elegimos entre la consola o el ipad?

Supervisión: Cuando nuestro hijo está con internet o usando demasiado el móvil, no basta con verle de lejos, sino que hay que mirar lo que está haciendo exactamente para ver si están accediendo a contenido adecuado para su edad o incurriendo en alguna actividad peligrosa.

Comunicación: Fomentar los vínculos de relaciones reales sobre las virtuales, especialmente los familiares. Si no le hacemos caso ni hablamos con él, tampoco debería sorprendernos que esté todo el día enganchado al whatssup o a las redes sociales.

 

Internet y sus peligros: vigilemos a nuestros hijos

Mantener una comunicación abierta con nuestros hijos sobre los peligros de internet es importante para evitar que caigan en ellos.

Por Patricia Peyró @kontrolparental

No es ningún secreto que internet es una fuente de cultivo ideal para los delincuentes que pretenden cometer fechorías de distinta índole: comenzando por el acoso o el abuso sexual y siguiendo por la captación de datos personales con motivos fraudulentos, las amenazas de internet son una realidad de nuestro entorno que debemos combatir todos los días para proteger a los más pequeños de la casa.

¿Cuáles son los principales peligros de internet para el menor?

CIBERBULLYING: También conocido como ciberacoso, se refiere al hostigamiento realizado entre niños de la misma edad. Generalmente el acoso se inicia en el contexto escolar, siendo internet un vehículo de ayuda para potenciarlo al tener un mayor alcance y ser una fuente más de persecución.

CONSECUENCIAS DEL CIBERBULLYING: Depresión, ansiedad, miedo, suicidio

¿CÓMO PREVENIR EL CIBERBULLYING? Es importante observar cambios significativos en el ánimo de nuestro hijo. Especialmente si lo notamos triste o alicaído, hemos de indagar sobre la fuente de su desánimo. Si, además, percibimos comportamientos de evitación hacia el entorno escolar, debemos alertarnos: en algunos casos podrá ser la riña con algún amiguito, pero podría tratarse de un bullying.

El bullying en internet se conoce como ciberbullying

La crueldad infantil con otros niños se potencia y adquiere mayor alcance con el uso de las redes sociales y de los móviles

GROOMING: Proviene del inglés y significa “acicalamiento”, pero en el contexto de internet se refiere al modo en que un adulto se aproxima a un niño usando las nuevas tecnologías para ganarse su confianza y abusar posteriormente de él con fines sexuales, ya se materialicen físicamente o sea acopiando material gráfico de pornografía infantil con fines de intercambio, venta o divulgación ilícita.

CONSECUENCIAS DEL GROOMING: Confusión en el menor, presión psicológica, “sexualización” en sus conductas, retraimiento social, traumas sexuales severos y daño físico.

¿CÓMO PREVENIR EL GROOMING? Los padres debemos explicar a los niños la importancia de conocer realmente a las personas, de forma que le den más valor a la comunicación física que a la que se adquiera vía internet. Asimismo debemos acompañarles mientras naveguen por internet o, al menos, estar muy pendientes de conductas inusuales o cambios en el estado de ánimo.

SEXTING: Una fotografía de carácter sexual tomada en un contexto determinado se torna vírica y obtiene un gran alcance social que convierte a la persona protagonista en pasto de las burlas de otras personas de su círculo, generalmente de su grupo de edad. A veces el sexting se origina como venganza entre jóvenes “exnovios” cuando finaliza la relación.

¿CÓMO PREVENIR EL SEXTING? Será fundamental explicarle al adolescente las posibles consecuencias de las fotos subidas de tono que, mal utilizadas y descontextualizadas, podrían estar al alcance de todo el mundo, generándole sentimientos de vergüenza y arrepentimiento. No obstante, lo mejor será que visualicen algún vídeo.

Los cambios de ánimo deben alertar a los padres

La cara es el espejo del alma, también en el caso de nuestro hijo: obsérvale y sospecha si le notas triste o taciturno

La transmisión viral de fotografías fuera de contexto hace mucho daño al adolescente

Las adolescentes a veces se hacen selfies de carácter sexual y luego se arrepienten. Si de repente no quiere ir al colegio y le notamos angustiado debemos preguntarnos por qué

ROBO DE INFORMACIÓN: La información que se mueve en internet es vulnerable de utilizarse con fines diferentes a los que inicialmente se pensaba. Los menores son más vulnerables de caer en las trampas que se tienden en la red, que generalmente buscan la apropiación indebida de datos que podrán utilizarse para delitos informáticos, robos o suplantación de identidad.

¿CÓMO PREVENIR EL ROBO DE INFORMACIÓN? Es fundamental alertar al niño en los temas de delitos informáticos, advirtiéndole expresamente que no debe facilitar sus datos ni información propia o de sus seres queridos a nadie por internet, puesto que el hacerlo podría suponer robos y perjuicios importantes para toda la familia.