La convivencia con la tecnología plantea a los padres de los pequeños ciudadanos digitales una serie de cuestiones acerca del uso y abuso de las conocidas como Tecnologías de la Información y Comunicación (o TIC) por parte de sus hijos. Una de las preguntas inevitables se refiere a la edad óptima de inicio de utilización y empleo de los smartphones.
Muchos padres eligen mantener un papel pasivo en el asunto de las TIC. Es decir, se dejan llevar por la corriente y permiten que sean sus propios hijos los que avancen y descubran internet por sí solos, o con la ayuda de “quienquiera que sea” (presumiblemente de la formación en el colegio, combinada con lo que aprenden con amigos y dentro del hogar). Con esta actitud, los padres los padres no asumen la necesidad de adoptar un rol como educadores también en el campo de las nuevas tecnologías, al minimizar el papel de la formación pedagógica a la hora de prevenir peligros y amenazas de internet.
A pesar de que cada padre tiene una opinión propia sobre la conveniencia de que su hijo tenga o no un teléfono móvil a una edad determinada, se observa que el inicio de los pequeños en el uso cada vez es más temprano. Por otro lado, y aunque los expertos en la psicología de las TIC, como Marc Massip, hablan de proporcionar un Smartphone propio a partir de los 14 años y no antes, la realidad es que pocos padres comparten y respetan este corte de edad, proporcionando el primer móvil a sus hijos cada vez antes.
¿Cómo convivir con el Smartphone una vez se lo hemos comprado?
Puesto que el avance de las TIC y la convivencia con los dispositivos es inevitable, y nuestro hijo tendrá su propio móvil entre los 8 y 14 años de edad, conviene tener en cuenta una serie de precauciones que pasan por establecer límites para prevenir un uso compulsivo:
-Negociar los momentos y lugares en los que se puede usar el móvil: “prohibido usar el móvil en la mesa”, “hasta que no se hagan los deberes no se usa el móvil”, “por la noche se apaga el móvil”, etc.
-Fomentar hábitos alternativos, como la lectura, el deporte en equipo y las actividades al aire libre.
-Hablar con los pequeños sobre el uso que hacen del teléfono, planteando cuestiones: ¿lo usan para chatear?, ¿qué Apps tienen descargadas?, ¿con quién hablan?, etc.
-Configurar el control parental del teléfono así.