Patricia Peyró @kontrolparental
Hace apenas un mes Movistar México lanzaba “Love Story”, una campaña para concienciar sobre uno de los grandes problemas nacidos en la era de internet cuando éste es usado como vehículo para cometer delitos tan graves como el grooming.
Con una duración de poco más de tres minutos, el vídeo cuenta lo que parece ser una bonita historia de amor nacida en internet entre sus protagonistas: dos adolescentes que ven crecer su amor a base de mensajes de texto. A los mensajes siguen las fotografías enviadas entre ellos, y su ansiedad por conocerse va en aumento. Pero todo empieza con una solicitud de amistad proveniente de un desconocido, un pequeño repaso a su perfil, y un “ok” para aceptar amistad.
Hasta ahora parece un caso típico, y realmente lo es. Pero no de un amor adolescente, sino de “grooming”.
Nunca sabemos quién está realmente detrás de los mensajes de texto, aunque nos haya enviado una foto.
La palabra grooming proviene del inglés y originariamente se refiere a acicalarse o a arreglarse. En el medio de internet, sin embargo, alude a las estrategias de seducción o acercamiento al menor llevadas a cabo por parte de un adulto. Los fines nunca son buenos, porque se está engañando al niño desde el principio, pero por lo general estos adultos se hacen pasar por quien no es para ganarse la confianza del niño y poder llegar a un encuentro físico con él, o a que éste les envíe material gráfico de tipo pornográfico, para un uso pervertido o comercial.
Y esto mismo sucede en el vídeo, pero con un final aún más sorprendente y que se resume en la moralina y lema final de la campaña realizada por la agencia de publicidad mexicana Y&R: “Miles de adultos se hacen pasar por niños para acosar a otros. Son tantos, que incluso ellos se podrían encontrar. No aceptes solicitudes de cualquiera. No cualquiera es tu amigo”.
Que no cualquiera es nuestro amigo es una gran verdad, pero en el contexto de la red, el anonimato de internet junto a la inmadurez de los usuarios menores de edad, pueden hacer de éste el mejor caldo de cultivo para aquellos adultos con malas intenciones, conocidos como “depredadores”, por estar a la búsqueda y captura de presas infantiles, sin la madurez suficiente para distinguir entre las amistades inofensivas y los contactos potencialmente peligrosos.
Los expertos lanzan un mensaje muy claro a los padres, y es que tienen que estar encima de sus hijos, estar pendientes de lo que hacen y, sobre todo, educarles en los peligros y amenazas presentes en internet. Además, es conveniente mantener los equipos a punto en temas de seguridad para evitar hackeos en el ordenador, incluso a través de la webcam.
La comunidad educativa, por su parte, también está invitada a formar en prevención incluyendo programas de formación en la escuela que sensibilicen a los alumnos. Por su parte, los niños jamás deben enviar fotografías a desconocidos, ni mucho menos comprometidas, ya que podrían usarse en su contra a través del chantaje de difundir esas imágenes entre sus contactos.
¿Te ha gustado este artículo? Si es así, por favor, ayúdanos a compartir.