Con el confinamiento el acoso del patio del colegio se queda en casa a través del ciberacoso (más…)
Si tu hijo es el acosador tendrás que intervenir inmediatamente (más…)
Un polémico decreto estipula que los niños que silencien el acoso escolar podrán ser sancionados (más…)
Patricia Peyró @kontrolparental
Hemos escuchado muchas veces que el bullying es “cosa de niños”. Sin embargo, las evidencias de trabajo de los expertos van en la dirección contraria y determinan que el adulto juega un rol determinante en la lucha contra el acoso escolar. Educadores, personal pedagógico, profesores y padres tienen la responsabilidad tanto de prevenir el bullying como de intervenir en caso de que se produzca.
El adulto tiene su parte de responsabilidad en la prevención del acoso escolar
El acoso, un fenómeno grupal
Cuando se trata de analizarlo como fenómeno, hay que entenderlo como algo grupal y social. Por tanto, hay que atajarlo desde sus múltiples factores y no sólo pensando en determinados actores como son la víctima o el acosador. Los expertos aconsejan contemplarlo de forma reflexiva, alejándose de la persona “en singular” y fijándose, en su lugar, en el conjunto de la comunidad a la que pertenece el niño.
Falacias respecto al acoso escolar
Aunque en términos generales el acoso escolar está teniendo un gran calado social y es un motivo de preocupación entre padres y comunidad educativa, todavía existen algunos mitos culturales que facilitan el bullying o ayudan a perpetuarlo.
Estos son algunos de los pensamientos falaces mantenidos por el adulto respecto al bullying:
-El niño acosado tiene un comportamiento que “invita” a señalarlo como diana del bullying. Lejos de ser así, un niño o un joven jamás invoca a la violencia, ni siquiera por ser diferente de la mayoría. Por tanto, no se puede esperar de él la responsabilidad de detener una situación de acoso en la que, por otro lado, queda bloqueado para actuar racionalmente.
-El trabajo del profesor es enseñar en sus materias: Lo importante es adoctrinar y no tanto preocuparse por aspectos del bienestar emocional. El profesorado adolece de ese sentimiento de responsabilidad por el que ha de inculcar también otros valores, subestimando la importancia de ciertos factores, como el ser un modelo de conducta a nivel social. ¿Cómo se relacionan los profesores entre sí? ¿Cómo trata el profesor al adulto en lo individual y dentro del grupo?
Los profesores son modelos a seguir y deben dar ejemplo en su forma de relacionarse entre ellos y con sus alumnos
-Lo que sucede fuera de la escuela no es acoso escolar. Este mito se refiere fundamentalmente al conocido como ciberbullying, un tipo de acoso perpetrado usando los medios digitales y especialmente difícil de controlar por los profesionales. Sin embargo, esto no exime al adulto de mantener el ojo avizor ni de darle una formación en TIC.
Aunque se da el caso de muchas veces los niños y jóvenes ya tienen más habilidades técnicas que sus padres y profesores con el uso de las nuevas tecnologías, el adulto ha de encargarse de la formación en el manejo ético del entorno de internet.
Es importante que los padres tomen internet en serio y hablen con sus hijos sobre lo que estos ven y hacen on-line. A veces, simplemente preguntando, podremos detectar y prevenir situaciones de abuso tan graves como el ciberbullying o el grooming.
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Patricia Peyró @kontrolparental
A estas alturas es posible que ya hayáis oído hablar de los métodos educativos de Finlandia. Este país escandinavo, además de estar en las posiciones más altas del ranking PISA en resultados académicos, ha popularizado un método para confrontar el peor mal de los colegios: el bullying o acoso escolar.
Finlandia, un país libre de bullying
En finlandés, la palabra KIVA se corresponde con las siglas de Kiusaamista Vastaan, que en español se traduciría a algo así como “contra el bullying”. Es una metodología de la que se habla en todo el mundo por haber tenido grandes resultados en todos colegios en los que se ha implementado, y han sido muchos: hasta el 90 por ciento de los colegios finlandeses lo practican, puesto que KIVA ha sido el resultado de una investigación financiada por el gobierno en la Universidad de Turku.
El método KIVA se aplica en el 90% de los colegios en Finlandia
Principios del método KIVA
– La primera directriz del programa es inculcar la idea de que el acoso escolar es un tema público y común a todos los alumnos, en lugar de un asunto privado entre el acosador y la víctima. Con esta premisa tan sencilla se consigue que los niños adquieran conciencia de gravedad y también la responsabilidad de denunciar cualquier indicio que hayan presenciado de bullying.
-De nada serviría denunciar si no hay un respaldo posterior. Y por este motivo se dota a los alumnos, a los profesores y a los padres de herramientas para llevar esta filosofía también a su hogar. El resultado es que todos cambian su percepción acerca del bullying, que se convierte en algo negativo: el acosador ya no es ese “héroe” divertido e ingenioso cuando insulta o se ceba con otro niño, sino que se convierte en alguien con una actitud repudiable y que despierta el rechazo de todos los demás, incluyendo el del profesorado y la dirección del colegio.
El acoso concierne a toda la clase, según la metodología KIVA
–Los alumnos reciben instrucciones de denunciar el acoso si lo padecen o si lo atestiguan, y se asignan figuras para animar o consolar a los niños hostigados por bullying.
El programa se estructura por edades y cuenta con su propio material didáctico para acabar con el bullying
Terminar con el bullying: una auténtica necesidad social
El acoso escolar, ya sea evidente y público, o ya acaezca de forma indirecta o menos visible, tiene como resultado un daño en las relaciones sociales de la víctima que lo llevan a sentirse aislado y solo, pudiendo este hecho derivar en resultados irreversibles en términos de autoestima y estado de ánimo. El suicidio es uno de los riesgos más graves del acoso escolar.
En España todavía falta mucho por hacer hasta darle la vuelta a la tortilla y convertir al “matón” en una figura desprestigiada. Conseguirlo pasará por inculcar buenos programas preventivos en los que se detecte el bullying, e inculcar esa cultura de repulsa social en todo el ámbito escolar y familiar.
El hostigamiento, bullying o acoso tienen lugar en el entorno escolar y es allí donde debe comenzar la batalla para combatirlo. Así, y todo, a los padres nos toca ejercer una labor importante desde casa que pasará por la observación y por la implicación en lo que le suceda anímicamente a nuestros hijos.
Hemos hablado muchas veces del acoso escolar y de su cómo se expresa también en el entorno digital a través de lo que conocemos como ciberbullying. Este, también conocido como ciberacoso, multiplica sus efectos y no da tregua a la víctima, que puede ser acosada a cualquier hora del día y de la noche.
Un niño que se siente acosado es incapaz de manejar correctamente esta situación ya que no dispone de los recursos emocionales ni de la madurez necesarios para gestionarlo. Pero, ¿cuáles son exactamente las situaciones en las que podemos hablar de acoso escolar?
La definición del bullying o acoso escolar
Para averiguarlas, contactamos con NACE (No al acoso escolar), desde donde explican cómo cualquier tipo de acoso obedece fundamentalmente a cuatro factores:
– Maltrato entre iguales (en cualquiera de sus formas: física, verbal, psicológica, social, digital…); es decir, entre alumnos de igual estatus y de edades normalmente similares entre sí. No se considerará acoso escolar cuando el hostigamiento se desarrolle entre figuras como el profesor y el alumno. Ni cuando haya acoso entre dos profesores. Será entonces otro tipo de acoso con características diferentes, como el mobbing.
– Reiterado en el tiempo: Sucede habitualmente. No será acoso, por el contrario, cuando haya un acontecimiento puntual. Si se trata de una burla de mal gusto o de alguna agresión en forma de insulto o pelea, lo conveniente será estudiar el caso. También, por supuesto, mantener los ojos abiertos a los niños implicados en este episodio.
– Hay intención de hacer daño, de humillar a la persona que lo sufre. Para conseguirlo, el niño acosador o bully se esforzará siempre por conseguir apoyos sociales en otros niños. Acompañando a estos secuaces estarán también los testigos pasivos, que con su silencio, mantendrán vivo el acoso escolar, además de potenciarlo e impedir la denuncia por parte de la víctima.
– Hay abuso de poder por parte del victimario, e indefensión por parte de la víctima, bien porque los agresores son más o porque son más fuertes. En todo caso siempre habrá una debilidad en la víctima, que se irá acrecentando en cada capítulo de hostigamiento, a la par que decrece su autoestima.
El papel del colegio en los casos de acoso escolar
Desde NACE señalan la importancia del papel del centro escolar. El presidente de la entidad, Javier Pérez, señala que su papel será el de «restablecer el equilibrio de fuerzas». Pero para lograrlo, la comunicación entre el colegio y los padres ha de ser fluida, y bajo el precepto de que ambas partes quieren lo mismo: terminar con el problema del acoso escolar.
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