Con el confinamiento el acoso del patio del colegio se queda en casa a través del ciberacoso
El acoso escolar o bullying es una forma característica y extrema de violencia entre niños y adolescentes. En el centro educativo muchas veces se materializa físicamente a través de agresiones. Sin embargo, en los últimos años, sabemos que el acoso escolar no se supedita a lo presencial. Lejos de ello, se continúa y agrava a través del ciberbullying en redes sociales y chats de mensajería instantánea. Periodos como las vacaciones y, durante estos meses, el aislamiento social en nuestros hogares, trasladan la crueldad infantil al medio digital. Por ello los padres debemos estar atentos a las señales que puedan dar visos de algún tipo de ciberacoso durante el confinamiento.
Durante el periodo de confinamiento se pueden ver incrementados los episodios de ciberacoso por ser internet la única forma que tienen los niños de relacionarse
Existen distintos tipos de ciberbullying, siendo sus categorías más básicas las referidas al origen de los episodios de ciberacoso:-La primera se refiere a la continuación de un acoso escolar presencial por la vía digital
-La segunda se trata de casos nuevos que se inician directamente a través de las TIC
Sea cual sea la modalidad del acoso y ciberacoso es importante detectarla a través de algún test de bullying que puede realizarse a distancia por internet.
Sin embargo, en relación a la forma en que este se ejecuta, hablaríamos de los siguientes tipos:
-Acoso o ciberacoso sexual
-Acoso o ciberacoso racista
-Acoso o ciberacoso homofóbico
Cualquier niño que acuse diferencia en cuanto a características físicas y raciales o de orientación sexual, es más vulnerable de padecer acoso escolar
Por último, podríamos categorizar el ciberbullying en cuanto al contenido del ciberacoso o a su naturaleza, podemos refiriéndonos a las siguientes modalidades:
-Acoso escolar físico
-Acoso o ciberacoso emocional y psicológico
-Acoso o ciberacoso por exclusión social
-Acoso o ciberacoso verbal y gestual
Distintos tipos de acoso: un único objetivo
Con frecuencia tienden a mezclarse varios tipos de categorías, de forma que el daño adquiere un alcance mucho mayor. Recordemos que el objetivo del acosador no es otro que el de atemorizar y someter a su víctima. Las distintas agresiones tienen un impacto emocional sumativo, que va generando cada vez más inseguridad y temor en el niño agredido. Asimismo, van produciendo la distorsión paulatina de su propio autoconcepto, debilitando poco a poco la personalidad, que se va anclando en una pérdida de seguridad en sí mismo que puede mantenerse en la edad adulta.
La forma de atajar acoso escolar y ciberacoso debe estar dirigido hacia la prevención tanto en casa como en la escuela. Como padres debemos infundir valores hacia el respeto y la inclusión. Por su parte, los centros escolares deben procurar un ambiente que ofrezca protección a cualquier niño, en especial a los más débiles. Lo conseguirán con formación a base de sensibilizar al niño, además de con políticas de detección y protocolos antibullying bien definidos.
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