Patricia Peyró @kontrolparental
Casi todos conocemos a Lizzie Velásquez. Tal vez no por su nombre, pero sí por su físico, difícil de olvidar. La que una vez fuera bautizada como “la mujer más fea del mundo” se ha hecho querer haciendo de tripas corazón y convirtiendo su enfermedad en un buque insignia de fortaleza con la que superarse a sí misma y ayudar a los demás.
La historia de Lizzie
Desde hace años no ha dejado de posar y sus seguidores son legión en Twitter, Facebook e Instagram. ¿Por qué todos quieren a Lizzie? La protagonista hizo pública su historia hace ya años: nada más nacer, los médicos informaron a sus padres de que padecía una rara e incurable enfermedad por la que posiblemente viviría muy poco (si es que conseguía sobrevivir). Entre otros síntomas, como la incapacidad para ganar peso, su peculiar físico, alejado de los estándares de belleza, refleja la huella de una enfermedad por la que tanto ella como sus padres decidieron luchar.
Una lucha encarnizada por la vida y que ha ido más allá de la supervivencia física: Lizzie tuvo que enfrentarse en su adolescencia a la maldad del acoso escolar, que la marcó y a punto estuvo de terminar con ella emocionalmente. Tal y como ha indicado ella misma publicamente, cuando en el año 2007 y a la edad de 17 años descubrió un vídeo en el que la definían como la mujer más fea del mundo y con todo tipo de comentarios ofensivos, “rompieron su corazón y durante un tiempo, también su espíritu”.
Aquello quedó muy lejos desde que Lizzie tocó fondo y decidió que su físico no tenía por qué condicionar su vida, ya que era algo más que físico. Desde entonces es una fuente de inspiración y participa en charlas motivacionales e inspiradoras con las que pretende combatir asuntos de la gravedad del acoso escolar y las burlas indiscriminadas que, por desgracia, abundan gracias a las nuevas tecnologías y a fenómenos como el ciberbullying.
Lucha contra los memes de internet
Lizzie Velásquez es ahora noticia enfrentándose a los memes ofensivos de internet, de los que ha sido víctima recientemente, cuando alguien usó una de sus fotos del instituto para hacer mofas virales. En un nuevo vídeo la conferenciante y autora de varios libros explica las consecuencias de lo que a todos nos puede parecer una imagen graciosa pero que puede tener efectos devastadores en la persona que los protagoniza. Sin querer parecer una víctima, “usa su voz” tratando de concienciar a los demás sobre los malos momentos que pueden estar pasando los que protagonizan los propios memes, “algo que no desearía ni a su peor enemigo”. “Mientras tú lo encuentras divertidísimo, la persona de la foto posiblemente siente justo lo contrario”, advierte Lizzie.
Su historia en un documental
La singular y extraordinaria vida de Lizzie Velásquez (así la define ella misma) le valió en el año 2015 la realización de “A brave heart”, un extraordinario documental donde se reflejan los testimonios de sus padres, personas de su entorno y diferentes profesionales para reflejar una historia de superación: “No cuento sólo mi historia, cuento la historia de todos”.