Se produce un nuevo intento de suicidio de niño víctima de acoso escolar
Sucedió el jueves pasado, poco antes de la hora de la cena, momento en que la hermana del menor ponía en alerta a sus padres tras haber encontrado a su hermano postrado en la cama con lesiones en las muñecas. Todo apuntaba a una tentativa del menor de quitarse la vida, según ha informado el padre del niño a los medios. El motivo por el que trató de suicidarse fue un acoso escolar iniciado ya hace año y medio por parte de uno de sus compañeros.
El padre de la víctima reclama justicia por su hijo, al no tratarse de un asunto nuevo
El IES Mutxamel de Alicante ha protagonizado un intento de suicidio de niño víctima del acoso escolar para un caso ya denunciado previamente
Un bullying de larga duración
El asunto ya estaba denunciado a la Consellería de Educación y un juez había sentenciado una orden de alejamiento entre los niños. Según este alejamiento, se estipulaba que el acosador no debía acercarse a la víctima a menos de 50 metros. Sin embargo, mantener esta distancia era inviable dentro del recinto escolar.
El menor y víctima del hostigamiento escolar cursa segundo de la ESO y lleva padeciendo la tortura del acoso desde hace un año y medio, según declaraciones de su padre. Los progenitores del menor lo denunciaron en su momento, confiando en la gestión del instituto para resolver el tema. Sin embargo, su hijo ha continuado con miedo hasta la fecha, al recibir amenazas de atentar contra él y darle una paliza.
Después del intento de suicidio de su hijo, su padre ha interpuesto una nueva denuncia en la Guardia Civil, tras hospitalizar al niño. Actualmente se encuentra fuera de peligro, pero continúa en observación recibiendo atención psicológica.
El problema del bullying, a pesar de generar gran consternación social, no termina de resolverse y puede terminar en suicidio infantil o juvenil, o en tentativa de agresiones con situaciones de crisis graves en el aula
¿Por qué fallan los protocolos de acoso escolar?
Desde el centro, y según confirma Educación, ya se había activado un protocolo anti-bullying en el instituto. E incluso el asunto ya se había puesto en manos de la Fiscalía. Durante este proceso, el centro había puesto los hechos en conocimiento de los padres del supuesto agresor, ofreciéndole el ingreso en un nuevo instituto. Sin embargo, los padres rechazaron la opción, permaneciendo los dos menores en el mismo centro educativo.
Aunque sistemáticamente oímos hablar de “protocolos de acoso escolar”, sistemáticamente también vemos cómo fallan estos protocolos. Uno de los errores podría estar en estar demasiado centrados en la víctima y el acosador. Esta premisa deja de lado el hecho de que el bullying es un asunto complejo en el que intervienen muchas más personas, además de estos dos actores. De hecho, los testigos mudos son la clave para terminar con el problema.
Las tendencias educativas apuntan al sociograma online como la opción más interesante en test de bullying y ciberbullying. Esto se aplica a caso tanto reales como potenciales.
Conseguir la denuncia por parte de otros niños no es tarea fácil: entre todos encubren el problema fundamentalmente por el miedo a ser ellos los siguientes atacados. Por ello hay que buscar algunos niños aliados, generalmente líderes “bondadosos”, por oposición a los líderes abusones o niños que promueven el acoso escolar. Estos son las figuras más proclives a ponerse del lado de la víctima y dar ejemplo a los demás.
¿Cómo detectar a líderes y niños dispuestos a colaborar?
Si bien el primer paso para frenar cualquier tipo de acoso escolar o ciberacoso comienza con la detección e identificación de la víctima y el verdugo, se puede ir un paso más allá. Con la aplicación de un test sociométrico es posible detectar toda la dinámica social del grupo y los lazos sociales de la clase (positivos y negativos). De este modo captaremos también a los niños ayudantes potenciales.
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