El texting, o uso de mensajería instantánea como forma de comunicarse, supone una vía más de acoso de los maltratadores a sus víctimas. Los adolescentes, como usuarios habituales del Whatsapp, twitter y otros sistemas de microchat, son susceptibles de recibir mensajes de maltrato a través del móvil. Es necesario identificar los mensajes que contienen fines agresivos y de sometimiento a otra persona con el fin de evitar las relaciones de maltrato.
Se debe ejercer el control parental también en el hogar, ya que no está libre de peligros para los niños cuando están metidos en internet. Los padres deben vigilar la actividad de sus hijos en la red comprobando si el contenido es adecuado para su edad, con quién se relacionan en las redes sociales o si están exponiendo sus datos de forma segura.
Los niños son especialmente vulnerables al abuso por internet y a sus amenazas: el acoso o ciberbullying, el sexting, el grooming, y el robo de datos son algunos de los peligros que entraña la red para el menor.
El niño bully es el niño hostigador o maltratador que abusa física y psicológicamente de otros niños de su edad, aprovechando su mayor fuerza física y mental, y agrupando otros niños que se unan al fenómeno del acoso, que se multiplica con el uso de internet y se convierte en ciberbullying. Los padres debemos identificar si nuestro hijo podría ser también un acosador.
El spam es una estrategia de negocio on-line que consiste en la captación de cuentas de correo y el posterior el envío masivo de mails con contenido que no solicita ni interesa al usuario, generalmente con información y publicidad de artículos que se pretenden vender. El correo basura es intrusivo y genera mucho rechazo entre los usuarios de la internet.
Los trolls aprovechan el anonimato de internet para generar polémica y lanzar mensajes ofensivos que buscan el enfado de los demás usuarios. El troll se alimenta de la discordia que siembra entre los distintos foros y comunidades virtuales. Para combatir un troll lo mejor es ignorarlo o bloquearlo.