En España se estima que uno de cada cuatro niños padecerá bullying en algún momento de su vida escolar, periodo que ahora también puede ser extensivo al intervalo estival en el que los pequeños están de vacaciones. Atentos al ciberbullying en vacaciones.
Hasta hace pocos años, el acoso escolar era un problema que se manifestaba únicamente en el contexto del colegio, pero hoy en día eso ha cambiado con la llegada de internet. Con las nuevas tecnologías se ha creado un nuevo escenario con el que perpetrar un hostigamiento sin horarios ni limitaciones. Tanto es así, que su posibilidad de difusión de rumores, de insultos o imágenes ofensivas o humillantes puede ser infinita, si ese contenido se llega a viralizar.
Durante el verano, el acoso escolar pasa el relevo al ciberbullying en vacaciones
Egocentrismo y falta de sensibilidad y respeto a la diversidad
Uno de los precursores que harán saltar la chispa del acoso escolar está en la diferencia. Si bien cualquier niño puede ser pasto del bullying, tendrá más posibilidades si tiene alguna cualidad física o de personalidad que lo distinga de los demás. Esta cualidad no tiene por qué ser negativa y puede ser incluso positiva, como el gusto por las actividades artísticas o una inteligencia superior a la media. En este sentido, será considerada como un defecto por el resto del grupo. Y el niño acosador se encargará de señalárselo a todos.
Durante el verano, los instigadores del acoso escolar iniciado presencialmente pueden procurar que no se extinga la llama del bullying ya iniciada, y mantenerlo vivo a lo largo de la época estival ayudándose de las nuevas tecnologías.
En verano también se produce el acoso escolar a través del ordenador y los dispositivos
Las consecuencias del ciberbullying en vacaciones de verano
Si el acoso cara a cara ya es devastador de por sí, el ciberacoso puede ser aún más doloroso. Las víctimas, habitualmente adolescentes, no tienen los recursos emocionales para gestionarlo. Por otro lado, las nuevas tecnologías prescinden de la comunicación no verbal, lo cual puede facilitar los malentendidos o la distorsión de la realidad.
La falta de empatía manifestada por los niños acosadores y sus secuaces a favor de obtener la notoriedad dentro del grupo hará que el acoso escolar sea más difícil de erradicar.
Los detectores del ciberacoso durante el verano
Al igual que en cualquier otro momento del año, como padres debemos estar alerta a los signos de cualquier atisbo de acoso escolar, en este caso en su modalidad de ciberacoso. Y, en caso de sospechar de su existencia, debemos ser rápidos a la hora de actuar.
Estos son las señales que podrían ponernos sobreaviso de un posible ciberacoso estival:
-Cambios de humor respecto a otros periodos estivales no explicables por otras causas como pueda ser el salto de la niñez a la adolescencia.
– Cambios de gusto a la hora de realizar actividades con las que antes disfrutaba, igualmente no explicables por un cambio evolutivo.
-¿Vemos que vigila el móvil constantemente? ¿Y que esto le produce angustia?
– Si muestra una actitud temerosa y el rechazo a salir de casa es una mala señal que podría indicar que se siente amenazado.
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