Por Patricia Peyró @kontrolparental
La prevención de conductas de acoso empleando las nuevas tecnologías pasa por tener uno mismo una actitud responsable en la que la protección de datos personales y el cuidado de su reputación “on-line” sean temas prioritarios. En este sentido, la protección alcanzará a la privacidad, y de este modo bloqueará a los stalkers de internet, unas nuevas figuras nacidas en el mundo digital, aunque su comportamiento no es nuevo. El stalker es aquel que vigila a otro en internet, habitualmente a través de las redes sociales, a las que practica un monitoreo constante para espiar a la persona controlada, que suele ser una chica joven o incluso una adolescente.
¿Cómo son los stalkers de internet? ¿Debemos preocuparnos?
Normalmente el stalker será una figura conocida en nuestra vida. En el caso de las niñas, un compañero del colegio, un exnovio o alguien que se ha enamorado de ellas. Además, los stalkers a menudo son seriales, y van fijándose en diferentes chicas, mudando simplemente su obsesión de una a otra.
Los adolescentes son especialmente vulnerables a los ciberataques, especialmente cuando estos atañen a su reputación y se muestran fotos difamatorias o tomadas fuera de contexto. En este sentido los padres debemos estar muy pendientes del estado de ánimo de nuestros hijos para percibir las alteraciones que sean consecuencia de este tipo de ataques, bajo la premisa de que aún no tienen herramientas psicológicas de defensa, ni han forjado la madurez necesaria para que la situación no les afecte.
¿Cómo responder a un stalker?
Nunca habrá que acceder a la interación o alentar su comportamiento obsesivo. Ni mucho menos la chica debe enfrentarse a él en ningún momento. Lo que sí es conveniente es que guarde pruebas de el acoso, por si hubiera que denunciarlo a la policía.
Conviene guardar todos los textos y jamás interactuar con él