¿Sabrías determinar cómo actúa y cómo es el niño acosador?
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El terror puede tener múltiples caras. ¿Cuál es la del niño acosador? ¿Podría ser la de nuestro propio hijo?
Por Patricia Peyró @kontrolparental
Con la llegada de las nuevas tecnologías se abre el campo de actuación de los acosadores, que aprovechan los recursos de internet para cebarse aún más con sus víctimas y conseguir en este caso el temido “efecto viral” que aparece en el ciberbullying, por el que se multiplica el alcance del fenómeno.
Como padres, todos nos preocupamos y cruzamos los dedos para que nuestro hijo no sea nunca pasto del maltrato o la burla. Pero, ¿qué pasa con los acosadores? ¿Dónde queda esa parte del bullying? ¿Qué sucedería si nuestro hijo no fuera maltrado, pero fuera el maltratador? ¿Existen algunos mecanismos de detección del niño “bully”?
Son dos los actores protagonistas de estos episodios de maltrato psicológico y físico que se producen entre los jóvenes de la misma edad: por un lado, el maltratado, y por otro, el maltratador, también conocido como acosador o “bully”. El niño «bully» generalmente cuenta con un equipo de seguidores y secuaces, que serían “followers” en el caso de internet, que alimentan y perpetúan esta situación de maltrato a otro niño.
El acosador o niño bully busca ayudantes que le ayuden a perpetrar su hostigamiento a otros más débiles
CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO BULLY
Aunque no existe un manual exacto, sí parecen existir algunos patrones que caracterizan al niño «bully». En casi todos los casos, más que características intrínsecas a su personalidad, hablaríamos de aspectos conductuales que serían, en todos los casos, susceptibles de un tratamiento de modificación de conducta con un psicólogo profesional.
Aspectos emocionales
– Escasa empatía o incapacidad para ponerse emocionalmente en el lugar del otro
– Baja autoestima
– Intento activo de llamar la atención
– Actitud a la defensiva y con agresividad
Aspectos comportamentales
– Falta de autocontrol que se manifiesta con accesos de ira
– Impulsividad por la que no se analizan las consecuencias de los actos
– Inabilidad para resolver adecuadamente los problemas
– Tiranía y tendencia al hedonismo que le lleva a hacer lo que le apetece cada momento
Aspectos físicos
-Es habitual que el maltratador sea un niño más grande, alto y fuerte que el maltratado, que tenderá a ser más débil físicamente.
Se debe actuar desde el entorno familiar
El niño bully tiene, como hemos visto, graves problemas de conducta que se traducen en una agresividad destructiva que puede llevar a la desgracia de otro menor. Es por ello que el problema hay que tratar de identificarlo en casa a través de la observación del niño, sobre todo si nos avisan del colegio. Simplemente prestándole una atención activa a través del diálogo y mostrándole afectividad en el entorno familiar conseguiremos auténticos milagros. Por el contrario, serán contraproducentes los modelos parentelas agresivos basados en el castigo físico o en el maltrato psicológico.