«La verdad» es una historia de acoso escolar para niños
Por Gabrielle Fernández, para Control-Parental, de BuddyTool
Había una vez una nube de azúcar que vivía en Candy City llamado Charlie. Charlie no era muy apreciado en su escuela; todos las nubes más grandes lo empujaban y le llamaban cosas. Como Charlie era una buena chuche, no quería contarle a nadie lo que le estaba sucediendo en el colegio.
Un día después de clase un matón llamado Max vio a Charlie en el parque, balanceándose en los columpios de palitos salados. Max decidió escabullirse detrás de Charlie y lo empujó.
—¡Au! – protestó Charlie —, ¿pero qué haces?, ¿por qué me empujas?
—Porque eres tonto —dijo Max.
Tras esta escena, Charlie corrió a su casa, llorando, tan rápido como pudo.
Cuando llegó, se puso a reflexionar sobre por qué era tan abusón Max. “¿Tal vez fuera divertido intimidar?” “¿Quizás Max odiaba a Charlie?” Pensó y pensó, pero ninguna de sus conclusiones sonaban bien.
El pequeño marsmallow decidió que, si no podía adivinar qué estaba pasando, lo tendría que averiguar.
Al día siguiente, en el recreo, Charlie se escabulló de forma que Max no pudiera verlo. Y después de clase, no se paró en el parque para jugar. En lugar de eso, siguió a Max a para ver si pasaba algo raro. Cuando llegó a casa de Max, Charlie se escondió detrás del árbol de algodón de azúcar de su jardín, en un lugar donde podía ver la ventana de la casa de Max a la perfección.
Charlie sabía que si quería averiguar algo sospechoso, tendría que esperar un buen rato. Para matar el rato, cogió algunas coles de Bruselas y comenzó a masticarlas con avidez. Después de un tiempo, Charlie vio a Max almorzando solo. Charlie trató de pensar en qué momentos comía solo él, pero se dio cuenta de que nunca había almorzado solo. Aunque le entristeció un poco, recordó todas las cosas horribles que Max le había hecho y decidió seguir investigando.
Vio que Max subía las escaleras. «Oh no … no puedo verlo desde aquí. Tendré que entrar”, pensó. Y así lo hizo. Charlie se escondió en un armario lleno de arañas de gominola muy asquerosas, y vio a quien parecía ser la madre de Max, una marsmallow bicolor que no paraba de gritar a Max, haciéndole llorar.
Charlie se dio cuenta de que la razón por la que éste lo estaba acosando era porque estaba celoso: Max le tenía envidia porque tenía una mejor relación familiar con sus seres queridos. Este descubrimiento hizo que Charlie sintiera mucha pena y decidió irse para casa, reflexionando por el camino sobre lo que podría hacer para que Max se sintiera mejor y dejara de ser un abusón.
¡Y tuvo la idea perfecta! ¡Se haría amigo de Max para que no se sintiera solo y así dejara de intimidarlo!
De camino a casa, Charlie le compró unas zanahorias baby para dárselas en señal de amistad.
Al día siguiente, en el colegio, le regaló las verduras. Y por primera vez vio a Max sonriendo, dándose cuenta de la hermosa sonrisa que tenía Max.
—Gracias —dijo Max.
—De nada —dijo Charlie.
Después de primera hora, en el recreo, Max vio a Charlie sentado solo en una piedra de caramelo. Max se acercó a Charlie y le ofreció jugar fútbol con él. Por supuesto, Charlie dijo que sí.
Después del recreo, Max le preguntó si quería ir a su casa después de la escuela.
—¡Me encantaría!—dijo Charlie.
—¡Genial!, hasta luego entonces—Max respondió.
Finalmente, se convirtieron en mejores amigos: a Charlie ya no le molestaban y Max estaba tan feliz que ya no era abusón con nadie.
Si te gusta esta historia de acoso escolar, por favor comparte. ¡Gracias!
Y a continuación… ¡la misma historia en inglés!
The Truth
“The Truth” is a children’s story about bullying
By Gabrielle Fernández
Once upon a time there was a marshmallow, living in Candy city, named Charlie. Charlie was not very loved at his school; all of the bigger marshmallows would push him around and called him names. Since Charlie was a kind marshmallow, he didn´t want to tell anyone about what was happening to him at school.
Then one day after school a marshmallow bully named Max, saw Charlie at the park swinging on the salty sticks swing. Max decided to sneak up behind Charlie and pushed him off.
—Oww—said Charlie—,why would you do that”
— Because you are dumb—said Max.
After that Charlie ran home as fast as he could crying.
When Charlie got home, he thought of why Max would bully him. Maybe it was fun to bully? Maybe Max hated Charlie? He thought and thought but none of his thinking sounded right.
Charlie had an idea: if he couldn´t guess what was going on, he was going to find out what was up.
The next day at school he was very sneaky so Max couldn´t see him. After school Charlie didn´t stop at the park to play. Instead, he followed Max to his house to see if there was anything strange going on. When he reached Max‘s home, Charlie hid behind the cotton candy tree, in a spot where he could see Max’s house window just right.
Charlie knew that if he wanted to see anything fishy happening, he would have to wait a while. So, Charlie grabbed some brussels sprouts and started munching on them. After a bit Charlie saw Max having lunch alone. Charlie thought about when he had lunch alone, but then he realized that he had never had lunch alone. Charlie felt sad but then he remembered of all the horrible things that Max had done to him.
Charlie kept watching Max. He saw that Max was going up stairs. “Oh no… I can´t see him from here. I will have to come inside”, he thought. So, he did. Charlie hid in a wardrobe full of icky gummy spiders. He saw what looked like Max´s mom. Charlie watched Max´s mom screaming at Max and then Max crying.
Charlie realized that the reason Max was bullying him was because he was jealous of Charlie. Max was jealous of Charlie because he had a better family relationship and loved ones. Charlie felt really upset so he headed home thinking of a way to make Max feel better and for Max to stop bullying him.
Charlie had the perfect idea! He was going to become friends with Max, so Max wouldn’t feel lonely anymore and Charlie wouldn´t be bullied anymore.
Charlie had the perfect idea! He was going to become friends with Max, so Max wouldn’t feel lonely anymore and Charlie wouldn´t be bullied anymore.
On his way home Charlie bought some baby carrots for Max, to show him that he cared about him.
The next day at school, Charlie gifted Max the veggies. Charlie saw Max smiling, then he realized what a beautiful smile Max had.
—Thank you—said Max.
—You are welcome—said Charlie.
After first period, at recess, Max saw Charlie sitting alone on a caramel stone. Max approached Charlie and offered to play soccer with him. Of course, Charlie said yes.
After recess Max asked him if he wanted to come to his house after school.
—I would love to!—said Charlie.
—Cool; see you then—Max responded.
In the end Charlie and Max became best friends. Charlie was no longer bullied and Max was so happy that he no longer bullied anyone.
If you liked this story about bullying, please share. Thank you!
.