En cada móvil nos descargamos decenas de ellas pero, ¿existe el lado oscuro de las apps?
Siendo una de las palabras tecnológicas más empleadas, y herramientas de nuestro presente más actual, existen un gran desconocimiento respecto a lo que son. Salvo que se trabaje en el entorno informático, no sabemos ni lo que son las Apps, ni cómo se diseñan. Y no digamos ya si constituyen algún tipo de riesgo para los usuarios. Nos interesa conocer si existe el lado oscuro de las Apps. Tengamos en cuenta que los niños comienzan a tener móvil a edades tan tempranas como los ocho años. A medida que van teniendo autonomía, los niños tienen sus propias aplicaciones en el móvil. Por eso queremos saber si son peligrosas.
¿Qué son las Apps?
Su nombre proviene del inglés y se trata de una aplicación informática que se ejecutará en un Smartphone o Tablet en lugar de en un ordenador. Se pueden adquirir a través de las plataformas de distribución de los principales sistemas operativos móviles. Muchas de ellas gratuitas y otras de pago.
A nivel funcional, estos pequeños programas que se instalan en el dispositivo, generalmente integran las propiedades del mismo, como la cámara o el sistema de localización. Además ofrecen unas utilidades muchas veces vinculadas a la compra y comercialización de artículos o al intercambio de archivos.
¿Cómo se desarrollan?
Las Apps constituyen uno de los mercados emergentes más lucrativos y con grandes posibilidades. No sólo en su confección para la utilización por adultos, sino también para niños. En su diseño son varios los actores y factores que intervienen , según Warren Buckleitner, experto en la materia y autor de Children´s Technology Review.
–Educadores. A éstos se les contrata y pide opinión sobre la pedagogía tecnológica.
-Industria del juguete: a través de las Apps, ésta convierte los dispositivos en una extensión de su mercado.
-Literatura infantil. Existen las llamadas “App books”, vinculadas a los e-books , a los living books, o a los digital story books. Todas ellas aúnan la narrativa con el aspecto audiovisual.
-Los videojuegos. La cultura de los videojuegos tiene una tremenda influencia en el público infantil gracias a la interactividad, que se puede ver reforzada mediante Apps temáticas. Ejemplos son los Angry Birds, Minecraft, etc.
-Televisión, series y Youtube. Los productores han sabido adaptar sus programas de éxito a tablets en las que poder interactuar, además de visionar episodios antiguos.
Los problemas de las Apps
A priori parece una maravilla disponer uno de un ordenador tan pequeño como el móvil, con una infinidad de Apps que le facilitan la vida. Sin embargo, no todo el mundo opina igual, y hay quien ve las Apps como instrumentos perniciosos para la salud. Especialmente se verá afectada la población infantil en la adicción al teléfono móvil y en la precipitación de un daño ocular.
Además de estos problemas, el Doctor Marty Nygaard del Hospital Pediátrico St. George, en Utah (E.E.U.U) establece una relación. Vincula la exposición a Apps, y a pantallas al incremento del desarrollo del Trastorno por déficit de atención.
El ciberacoso se ve facilitado por las aplicaciones sociales y de contactos. Los padres debemos tener cuidado y vigilar cuáles con esas Apps para detectar el ciberbullying o cualquier atisbo de acoso escolar.
Otro de los riesgos vinculados a las App, en esta caso de intercambio de contenidos audiovisuales, está en su influencia en la aparición y mantenimiento de conductas peligrosas y ofensivas como el bullying y el sexting, según indica el expero Sedgrid Lewis cuando afirma que “los adolescentes corren a comprar y adquirir cuanto antes las apps más novedosas y picantes del mercado”.
La nomofobia o miedo a quedarse sin el dispositivo o sus utilidades, generada por el uso abusivo y la adicción al móvil, es otra de las amenazas que vienen con las Apps, existiendo incluso y, paradójicamente, alguna App destinada a desengancharse.
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