Está claro que los niños nacen rodeados de tecnología, en su mayor parte con acceso a internet. Nos ven consultar el teléfono móvil cada minuto, les dejamos que jueguen o vean vídeos en la tablet o en el iPad pero ¿cómo educar a los niños en internet? ¿Cómo hacerlo bien? ¿Cómo evitar los riesgos a edades cada vez más tempranas?
Los expertos coinciden cuando dicen que los niños experimentan el acceso a internet a edades cada vez más tempranas. Y no solamente eso, sino que a pesar de las restricciones que imponen redes como Facebook, con ocho años ya tienen su perfil creado.
Es cierto que cuanto más tiempo manejen los móviles y las tablets, más experiencia y recursos tienen para afrontar los problemas o inconvenientes que puedan afrontar. Pero también aumentan proporcionalmente los riesgos que se pueden encontrar. ¿Qué hacer entonces?
La respuesta pasa por lo mismo que el resto de los aspectos educativos: hablar, educar. Afortunadamente, la competencia digital de los padres también ha aumentado en los últimos años y nos vemos mejor preparados para afrontar este hecho. No obstante la manera de abordarlo coincide con los estilos educativos propuestos por Baumrind (1991):
Los estilos que evitan los riesgos de los niños en internet pertenecen al estilo sobreprotector y al estilo asertivo. Aunque huelga decir que el que parece funcionar mejor es el estilo asertivo: da la suficiente libertad, confianza y responsabilidad a los niños para investigar y probar pero al mismo tiempo establece cierto control paterno/materno, que suele consistir en cantidad de tiempo y momentos determinados de acceso a internet.
Habitualmente los métodos de control que prefieren los padres con los niños son el dar información, mantener alerta, control del tiempo y proporcionar herramientas para cuando surja algún problema. No obstante, algunos también utilizan apps de control o de localización para tener más seguridad.
Pero, ¿qué riesgos puede encontrar un niño en internet? Suelen centrarse es bullying (acoso), pornografía (anuncios indiscriminados en webs) y compras ocultas en apps de juegos para conseguir más monedas o características nuevas más rápido. Es por ello que la importancia de la educación tanto en el colegio como en casa se convierte en primordial. Se debe inculcar el respeto a la privacidad tanto ajena como propia así como revisar las herramientas de privacidad de las redes sociales cada cierto tiempo.En las escuelas se pueden organizar pequeños talleres o charlas para las familias. Son gestos sencillos que empoderan a las familias y les ayudan a obtener estrategias realistas para el día a día.
Por otro lado el acceso inmediato a presenta enormes ventajas que los niños aprovechan y que debemos potenciar aún más. Por ejemplo, la mayoría de los niños consulta internet para realizar deberes o trabajos que les haya pedido su profesor o profesora. También lo ven como una gran ventaja para aprender inglés en los juegos online. Otros aprovechan para aprender aficiones nuevas como ganchillo, aprender a tocar la guitarra o aprender a editar vídeos. También acceden a internet para dar a conocer su potencial artístico como compositores, cantantes, dibujantes o fotógrafos. Por esta razón las figuras del Youtuber y el Instagramer están a la orden del día. Además comparten contenidos como películas, música y disfrutan personalizando de esta manera sus propios teléfonos móviles.
Por eso no debemos perder de vista el uso de internet como una herramienta creativa más que meramente consumista, como recomienda Guillermo Cánovas (Cariño, he conectad@ a los niños). Y sí que tenemos que potenciar el empleo constructivo y como generador de contenidos nuevos de internet.
Y la moda de los selfies, ¿en qué lugar queda? Los selfies se han convertido en la exploración pública del auto concepto por parte de los adolescentes. Ellos suben sus fotos a las redes y esperan la aprobación no solo de su círculo más cercano de amigos, sino de otros adolescentes y otras personas ajenas muchas veces a ellos. Por ello es necesario acompañarles y brindarles la oportunidad de probarse a sí mismos en otros terrenos. De esta manera, su auto concepto no se construirá solo en base a la imagen que los demás tengan de ellos, sino también en base a su conocimiento de sus habilidades como deportistas, artistas, presentadores, etc.
Resumiendo: el acceso a internet mediante móviles o tablets no es dañino. Proporciona herramientas de aprendizaje y de relación útiles siempre y cuando se sepan dirigir correctamente hacia fines constructivos y educativos, más que meramente pasivos o repetitivos. Es necesario continuar investigando para estar al día de la tendencia del uso de internet por parte de los niños y adolescentes, así como formarse de manera continua tanto en la familia como en el colegio.
MONSTRUUA
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